Llegamos a Stuttgart hace unos 10 años, debido a la gran crisis económica que tuvo España entre 2010 y 2015. Desde entonces, desayunamos más Bretzel pero el aceite sigue siendo de oliva y la paella, solo para comer. Y esta es realmente nuestra historia, una historia de adaptación a un nuevo país, a un nuevo idioma y a una nueva cultura, pero sin olvidar de dónde venimos.